Los “Evielistas” se enojaron mucho con José Humberto Villamil Meneses cuando se registró como precandidato a la diputación local por el distrito 01. En aquella ocasión le reprocharon que gracias a Eviel Pérez, “Pepe” Villamil había sido elegido como coordinador de enlace del senador, y en su momento incluso, aspirante a la dirigencia del PRI impulsado por el grupo de los “Científicos”, Pepe Villamil se había revelado al acuerdo para ungir como candidato a Gabriel Cué Navarro. Regañado por sus mentores de la vieja guardia, discutió con Gabriel Cué, el menor de la dinastía ganadera, le hizo ver que en el PRI los apellidos de abolengo cuentan. Sin embargo, horas después Pepe Villamil fue planchado y alzo la mano del joven candidato emergido del Frente Juvenil.
Pero el distanciamiento estaba escrito, el dardo y su veneno ya habían sido sembrados. Desde entonces, Pepe Villamil fue prácticamente borrado de la agenda del recién encumbrado Subsecretario de Desarrollo Social. Entre las críticas internas hacia Pepe, fue que pocas veces gestionó y casi todos los apoyos eran pedidos directamente al senador, hechos que lo mismo sucedieran durante las épocas proselitistas. Reducido a espectador en la burbuja priista-evielista. Pepe Villamil dio un paso al costado.
Ahora Pepe se suma al PT invitado por Fernando Dávila –y haciendo un juego de palabras cómico- histriónico-musical- “se mantendrá como revolucionario, pero ahora desde la revolución de la gente”. Y así los teóricos de la revolución institucional, quedan disminuidos a una jugada de cambio de partido político. Pepe Villamil abandonó el PRI para sumarse al PT, un PT que tiene mucho de rojo y poco de nuevos cuadros.