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  • Honorio Corcuera Noyola y Margarito González Domínguez, dos hombres afromexicanos originarios de Lagunas de Chacahua, en Oaxaca  fueron detenidos arbitrariamente, torturados y acusados de delitos que no cometieron.

 

Karen Rojas Kauffmann/ @krojas2018

 

Oaxaca de Juárez.- Tras 12 años de prisión preventiva fueron liberados Honorio Corcuera Noyola y Margarito González Domínguez, dos hombres afromexicanos originarios de Lagunas de Chacahua, Oaxaca, que fueron señalados de haber participado en el asesinato del estudiante Israel Moreno Pérez, ocurrido en aquella comunidad de la Costa en julio de 2011.

Tras el trabajo de acompañamiento legal del Comité de Defensa Integral de derechos Humanos Gobixha (Codigo DH), Corcuera Noyola y González Domínguez alcanzaron su libertad al demostrarse que fueron detenidos arbitrariamente, torturados y acusados de delitos que no cometieron.

Además de estas violaciones graves a los derechos humanos, Carlos Moreno Zamora, padre de Jesús Israel, ha declarado en diversas oportunidades que las autoridades judiciales nunca entregaron el cuerpo de su hijo a los familiares, realizaron una necropsia sin cadáver y a pesar de ello falsearon un informe forense. Ante estas inconsistencias al debido proceso, el Juzgado Segundo Mixto de Puerto Escondido declaró el sobreseimiento del caso liberando a los dos afroamexicanos este 26 de abril.

Integrantes de Codigo DH celebraron la decisión y en un comunicado de prensa aseguraron que “la libertad de Honorio y Margarito, es la punta del iceberg en material judicial para demostrar que la realización de valoraciones médicas y psicológicas conforme al Protocolo de Estambul, juega un papel fundamental para erradicar la práctica de la tortura en nuestro país”.

La defensa de Honorio y Margarito, representa un caso paradigmático donde la tortura, la desigualdad, la discriminación y el racismo institucional marcaron la pauta del desarrollo del proceso judicial que tuvieron que enfrentar en el Estado de Oaxaca, aseguraron, situación que impactó de manera violenta la paz de la comunidad de Chacahua, y generó un estigma imborrable contra los dos afroamexicanos entre la población.

En noviembre de 2019 el caso llegó al Comité de Derechos Humanos de la ONU, que solicitó al Estado mexicano realizar una investigación pronta, efectiva y exhaustiva, independiente, imparcial y transparente, sobre las circunstancias de la desaparición de Moreno Pérez, orientada al establecimiento de la verdad.

Por ignorar esta recomendación, el Congreso local citó a comparecer al fiscal general de Oaxaca, Rubén Vasconcelos Méndez, sin embargo la 64 Legislatura del Congreso de Oaxaca rechazó la comparecencia del fiscal, negándole a las víctimas su derecho a la verdad sobre las gestiones realizadas para la localización del joven. Al momento de su desaparición Jesús Israel Moreno Pérez, tenía 20 años y era estudiante de la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México.

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