- Exintegrantes de la Liga Comunista 23 de Septiembre fueron torturados en 1975, durante la Guerra Sucia, dentro de instalaciones militares en el Estado de Oaxaca; con este reconocimiento avanzan las investigaciones de la Comisión para el Acceso a la Verdad, el Esclarecimiento Histórico y el Impulso a la Justicia de las violaciones graves a los derechos humanos cometidas de 1965 a 1990.
Karen Rojas Kauffmann/ @krojas2018
Oaxaca de Juárez.- Para garantiza el acceso a la justicia de sobrevivientes y familiares de víctimas de violaciones graves a los derechos humanos cometidos durante la Guerra Sucia en México, la Comisión para el Acceso a la Verdad y el Esclarecimiento Histórico ingresó a las instalaciones del Campo Militar No. 28 ubicado en Santa María Ixcotel y a la Octava Región Militar de Oaxaca, como parte del trabajo de reconocimiento que mantienen en espacios en los que probablemente se hayan cometido asesinatos o desapariciones en contra de movimientos de disidencia política.
En una conferencia realizada en las instalaciones de la Defensora de los Derechos de los Pueblos de Oaxaca (DDHPO), Emilio De Gyves, consejero ciudadano enlace para Oaxaca de la Presidencia de la Comisión para la Verdad, explicó que desde junio de 2022, la comisión ha trabajado en acceder a los expedientes de los archivos históricos de personas víctimas de la Guerra Sucia.
“En el estado de Oaxaca, la Comisión para el Acceso a la Verdad, ha documentado las atrocidades cometidas por el gobierno debido al uso de la fuerza del Estado para disolver los movimientos de oposición política y armada contra el gobierno”, aseguró De Gyves.
Camilo Vicente Ovalle, integrante del equipo técnico, explicó que la Comisión de Verdad y Justicia trabaja sobre tres ejes principales que son el esclarecimiento histórico de las violaciones graves de derechos humanos; la implementación de los mecanismos de investigación necesarios para impulsar acciones ante las autoridades ministeriales y judiciales competentes; y la colaboración con la Fiscalía General de la República y las fiscalías locales con el fin de coadyuvar en el acceso a la justicia y la verdad a las víctimas.
“Para nosotros es importante recoger testimonios de personas que han declarado haber estado de manera ilegal y arbitraria detenidas, y de haber sufrido violaciones graves como tortura o desaparición forzada transitoria en el interior de estas instalaciones para contar con un documento con la evidencia que va a formar parte de nuestro informe”.
Con esta revisión suman cuatro las inspecciones realizadas a zonas militares de la Ciudad de México, Sinaloa, Guerrero, ahora Oaxaca, y en otras instalaciones de carácter civil.
En las inspecciones participaron la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB), la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV); el Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano (SPR); y la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), informó Camilo Vicente.
En la conferencia estuvo presente Elías Isaac Salvador Pérez, exmilitante de la Liga Comunista 23 de Septiembre (LC23S) en Oaxaca, quien aseguró que la Dirección Federal de Seguridad a cargo de Wilfrido Castro y la Policía Judicial Federal bajo la titularidad de José Manuel Hernández Castillo, realizaron una estrategia de combate a la insurgencia de esta época.
“Fuimos detenidos Rosa García Celaya y su servidor el 13 de junio de 1975 en una casa por la colonia Lindavista, en el norte de la ciudad de Oaxaca. Fuimos heridos de bala ambos y detenidos y ahí empezó la tortura. Durante todos estos años hemos denunciado abiertamente ante diferentes instancias gubernamentales nacionales e internacionales sin recibir ningún tipo de ayuda”, recordó.
La LC23S fue una organización político-militar que surgió durante el gobierno de Luis Echeverría Álvarez (1970-1976), y que de manera clandestina luchó por crear un partido y un ejército revolucionario. Fue una agrupación que marcó la historia política y social del país en la segunda mitad del siglo XX. En 2019 estuvo en el ojo de la opinión pública porque 17 de septiembre de 1973, uno de los comandos de la liga intentó secuestrar al empresario Eugenio Garza Sada, entonces director del Grupo Monterrey. Sin embargo, el empresario fue asesinado.
Las instalaciones militares a las que se tuvo acceso en Oaxaca este miércoles fueron reconocidas por una de las personas sobrevivientes.