#LaManuela
Delito. Delito. Delito. Una y otra vez ha repetido el munícipe Antonio Sacre Rangel ante el intento de carniceros locales de hacer un rastro alterno denominado “ejidal” donde estuvo el viejo rastro de Tuxtepec que por décadas abasteció las necesidades de los tuxtepecanos, y bueno, como solo hay una autoridad y una ley-que viene siendo la suya- ya envió a los policías municipales con patrullas y director de seguridad incluido a resguardar, garrotear y vigilar que las instalaciones no vayan a ser saboteadas por todos esos carniceros que se niegan a la modernidad Sacrista, esa que tanto intenta impulsar nuestro presidente municipal y esos carniceros andan por ahí matando clandestinamente no como él y sus socios de alcurnia carnicola que ya usan el rastro ultramoderno y contaminador del “rio tonto” con características de tipo inspección federal (TIF) y toda la pompa ganadera.
Interesante saber que el Rastro TIF fue hecho con recursos públicos de orden federal, estatal, universal e intergaláctico según lo dicho por Sacre Rangel y que misteriosamente ha trascendido será concesionado a particulares de rancio abolengo cercanísimos al siempre gentil y humilde y respetuoso de la legalidad “el Gordo” Sacre.
Siguiendo la lógica de la ley por encima de todo, y no “en su momento” como alguna vez se le ocurrió decir al munícipe respetuoso le dejamos esta “Manuela” donde hasta las vacas hablan.