Desde hace dos meses y a través del proyecto musical “Oye mi canto”, Rogelio Gómez Castillo ha logrado cubrir un espacio olvidado por distintos órdenes de gobierno y agrupaciones políticas: proyectar talentos jóvenes y promoverlos para desempeñarse en la difícil profesión de la música. Durante este tiempo, domingo a domingo, “Oye mi canto” se ha convertido en semillero obligado y atracción de familias tuxtepecanas en los parques públicos de la ciudad.
A través de la agrupación local de músicos y por iniciativa del empresario, se ha consolidado una iniciativa que, a pesar de que el domingo 11 de diciembre llega a su final por la vía de la premiación, amaga con ser llevada en giras locales a las distintas agencias y colonias de Tuxtepec para iniciar la construcción social de un proyecto que vedado o entre líneas, pudiera llevar el interés de Rogelio Gómez como candidato o aspirante a un cargo de elección popular, se sabe que Roger ha buscado que Oye mi canto no se politice bajo el argumento de que tiene una finalidad ciudadana de impulsar los talentos olvidados y descubrir nuevos virtuosismos.
Hasta el momento parece que ha logrado separar dicho proyecto de las manos políticas que han buscado comprar la idea, sin embargo sabemos que Roger Gómez trae ese “gusanito”, no extrañe que el proyecto en un año se consolide con más tradición o se convierta en una plataforma para otros fines, después de todo hemos visto en las eliminatorias que varias familias y presentes, han coreado el nombre del presidente organizador, pidiéndole emprenda “nuevos proyectos”. La pregunta es ¿innovar solo en las arte o también en la política?