Seis años después de su última victoria con escenario improbable. José Soto se perfila como la pieza que podría engranar la alianza que garantice una oposición verdadera al Gobierno Municipal que busca la reelección, porque a diferencia de otros panistas o perredistas, no tiene vínculos conocidos con el davilismo.
ANTONIO MUNDACA
Seis años después de haber ganado la diputación federal por el distrito 01 de Tuxtepec a través de una alianza entre el PT -PRD y Movimiento Ciudadano (MC), José Soto Martínez, se encuentra de nuevo en la puerta de una candidatura que apenas hace un año parecía poco probable. Las piezas en el tablero de la alianza –ya oficial- del “Frente Amplio Democrático” lo apuntalan como el único liderazgo que podría evitar la fractura de dicho grupo en Tuxtepec.
El PAN ha titubeado en afianzar la candidatura de Fernando Huerta Cerecedo, que por ahora internamente, dicen, quiere dejar pasar este proceso electoral pero tiene la insistencia del Comité Estatal de su partido para pelear por mantener el coto de poder del blanquiazul. Huerta tiene sus ojos puestos en otro lado. El PAN, al aparecer, se quedará con la candidatura a la diputación federal. El PRD es una fuerza decreciente pero todavía significativa en Tuxtepec, Paco Niño es la única figura visible a la que tampoco se le ven ganas de volver a participar. En esta circunstancia, José Soto ha alzado la mano y MC busca recuperar los votos perdidos y las esperanzanas aplazadas, teniendo como propuesta encabezar dicha coalición. Hace 10 años José Soto estuvo cerca de ser Presidente Municipal de Tuxtepec, quedó en segundo lugar en una elección muy reñida donde se enfrentó al aparato del gobierno estatal. Entonces iba solo con Movimiento Ciudadano y había una circunstancia, en teoría, menos probable de alcanzar el triunfo. Ahora, con un perfil más bajo pero con una eficacia probada en los cabildeos, el ex Diputado Federal arrecia los acuerdos para encabezar la fórmula a la Presidencia Municipal tuxtepecana.
El escenario para los estrategas de Soto puede ser favorable. Se habla de una izquierda dividida, de un partido Morena buscando quien pague la afrenta de dejarlos sin espacios en esa coalición extraña de Andrés Manuel López Obrador que para muchos morenistas, parece entregar posiciones a todos, menos a los de la talacha del partido. Los puentes de Soto parecen estar tendidos a esos resentidos a diferencia de las burbujas del PAN y PRD y esa podría ser su ventaja. Soto también conoce a los priistas de viejo cuño que no ven ninguna figura en el PRI dispuesta a dar batalla verdadera, relegados a las órdenes del gobernador.
Seis años después de su última victoria con escenario improbable. José Soto se perfila como la pieza que podría engranar la alianza que garantice una oposición verdadera al Gobierno Municipal que busca la reelección, porque a diferencia de otros panistas o perredistas, no tiene vínculos conocidos con el davilismo.