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Tras accidente en Línea 12 del metro: ¿ y los jefes de Gobierno? su estrategia es pasarse la bolita

Redacción MX

Años van y vienen desde la puesta en marcha en la Línea 12 del Metro (2012) y varios funcionarios y exfuncionarios han sido señalados por ser responsables de los múltiples fallos. Algunos fueron sancionados, removidos de sus puestos, pero hasta ahí.

En tanto, los jefes de Gobierno de cada una de las administraciones siguen intactos.

Desde Marcelo Ebrard, quien impulsó esta obra que se inauguró en su último año de gobierno entre anomalías y sobrecostos, pasando por Miguel Ángel Mancera (2013-2018) y ahora con la jefa en turno, Claudia Sheinbaum Pardo.

Estos actores principales y otros que han estado en el ojo del huracán hacen todo lo posible por evadir su responsabilidad. De acuerdo con una publicación del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), a esto se le denomina “un juego clásico de acusaciones” que surge cuando comienza a haber fallas.

Este juego o estrategia fue analizado por el CIDE tras los problemas que llevaron al cierre de 12 estaciones por problemas en la construcción en 2014 bajo la administración de Mancera.

Lo mismo sucede ahora, con el desplome de trenes en un tramo elevado que sucedió el pasado 3 de mayo al colapsar la estructura, dejando como saldo 25 personas fallecidas. Un siniestro que a todas luces pudo evitarse, pero Sheinbaum Pardo no ha cesado a nadie, ni siquiera a la directora del Metro, Florencia Serranía.

El argumento es que se tiene que esperar al resultado de los peritajes para determinar responsabilidades.

CADA UNO HACE LO SUYO

El documento del CIDE indica en su análisis que el cierre de estaciones con Mancera fue una estrategia preventiva por parte de un jugador o un grupo de jugadores para evitar acusaciones por un problema de dimensiones considerablemente mayores.

“El caso de la L12 del Metro de la Ciudad de México es un juego clásico de acusaciones en donde actores de distintas organizaciones toman decisiones que les permiten alejarse de escenarios de riesgo y, una vez dentro de la partida de transferir culpas de un lado a otro, ponen en marcha estrategias que les permiten disminuir la presión de los medios de comunicación, transferir la responsabilidad de los errores a otras personas, organizaciones o políticas, escudándose en discursos que suavicen la gravedad de los problemas”.

Esto se puede ver ahora, donde Marcelo Ebrard ha emitido un escueto discurso, quien también pide investigar el hecho y se pone a disposición de las autoridades.

De igual manera, Mario Delgado (actual presidente de Morena), quien fue secretario de Finanzas con Ebrard, ha sido uno de los aludidos. Se deslindó, pues según él, sólo estuvo a cargo de conseguir el financiamiento.

Mancera también se limitó a dar el pésame a las familias y dijo que permanecerá atento a que los peritajes determinen lo ocurrido.

El centro de investigación se refiere a esto como mantener el perfil bajo, “la estrategia basa su éxito en la premisa de la inacción como mejor método para no estropear aún más la situación y esperar el gradual enfriamiento de la misma”.

Y las empresas en la misma línea, se echan la bolita. A esto en el artículo del CIDE se puede aterrizar en lo que popularmente se conoce como “dar la vuelta” a una acusación.

¿QUÉ DICE LA CIUDADANÍA?

Mientras los involucrados tratan de salvar su carrera política, la ciudadanía se manifiesta: no fue un accidente, fue el Estado.

En una encuesta de percepción realizada por Massive Caller, apunta que 45% de los entrevistados consideró que los responsables del accidente en la Línea 12 fueron Ebrard y Delgado, el primero ahora es el secretario de Relaciones Exteriores y el segundo el dirigente nacional de Morena.

En segundo lugar, ubicaron a Claudia Sheinbaum con 31.9% de las respuestas que la señalan como responsable y al último a Mancera con 23.1%. La muestra fue de 2 mil personas.

Otra encuesta de la empresa Gabinete de Comunicación Estratégica indica que las constructoras son las principales responsables con 25.7% de las respuestas, después Marcelo Ebrard con 22.2%, Florencia Serranía con 8.3%, el gobierno de la CDMX con 6.6% y Claudia Sheinbaum con 4.5%.

También refiere que 82.7% atribuyó el desplome del tramo elevado a la negligencia de las autoridades y solo 10.1% considera que fue un accidente. Esto fue a partir de una muestra de 400 casos.

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