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El Sermón del Face

Miguel A. Vázquez de la Rosa

Miguel A. Vázquez de la Rosa estudió Derecho y Ciencias Sociales en la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca. Es Integrante de la directiva de Servicios para una Educación Alternativa A.C. (EDUCA) desde 1994. Formó parte de la Comisión de la Verdad de Oaxaca y fue director de Radio Universidad de 2017 a 2022.

  • La autocrítica y no la autocelebración debe ser el ingrediente principal de las discusiones dentro de la izquierda. Bendecid a quienes los critican, porque en la crítica razonada y profunda está el reino de los cambios y las transformaciones que requiere con apremio el país.

 

El relato bíblico explica con una vasta retórica el significado del pecado original. En síntesis, la cosa estuvo así: Dios instruyó a sus primeras criaturas comer libremente de cualquier árbol del Edén, menos probar los frutos nacidos del árbol del conocimiento. No se te vaya a ocurrir a ti, Adán, seguir los impulsos furtivos de tu mujer que siempre suele armarla de tos. Frente a los alegatos y la crítica de Eva, Adán, cayó. La insubordinación de ese par, al comer el fruto del árbol prohibido, generó múltiples sufrimientos que, hasta nuestros días, sigue costeando la humanidad.

La conducta de Eva también nos revela que “su desobediencia” resultó ser la primera gran afrenta al poder. La transgresión de una norma para obtener cambios en ese microentorno social. Eso fue lo que lograron nuestros más remotos ancestros. Y, esto no hubiera sido posible sin los argumentos críticos de Eva. La digestión de esos frutos devino en un “abrir los ojos” y “darse cuenta” que se encontraban desnudos en medio de un paraíso que ya empezaba a ser caótico.

Traigo a cuenta este pasaje bíblico porque, durante estos seis años de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, la crítica (y la desobediencia) al poder, ha entrado en un letargo tan sorprendente como curioso. El presidente, que llegó al máximo cargo de la nación después de años de machacar a punta de diatribas al mal gobierno y sus adversarios políticos, hoy mantiene a raya a sus críticos y opositores. En sus propias palabras: “No le han quitado una pluma a su gallo”.

A López Obrador le gusta repetir una consigna: “La verdad es revolucionaria, y la mentira es reaccionaria”. Esta es una manera de poner freno a sus fustigadores, señalando que los argumentos con que lo atacan son falacias o mentiras. En la geometría política del país se ha dado por decir que los principales críticos del gobierno son quienes pertenecen a la corriente ideológica de la derecha o al conservadurismo. Esto no es del todo cierto. Sectores del empresariado mexicano, consorcios mediáticos, iglesias conservadoras y las familias más ricas del país, han mantenido sus privilegios económicos, con todo y que este gobierno ha llevado como estandarte el “primero los pobres”. No es ahí de dónde vienen los señalamientos.

 

Los críticos acérrimos del viejo régimen, se convirtieron de un día a otro en los propagandistas del nuevo gobierno. Periodistas, intelectuales, moneros, líderes de opinión, hoy comen de la mano de un dirigente social que es renuente a la crítica. Además, utilizan los canales de la televisión pública y el aparato del partido oficial para censurar a los militantes de su propio instituto político. Un ejemplo de esto es Rafael Barajas, “El Fisgón”. Durante el foro La izquierda latinoamericana frente a la derecha golpista, que organizó la Escuela Nacional de Formación Política de Morena, fustigó a los críticos: “Tenemos que dar una lección de unidad, y tenemos que decirles a los compañeros que están friegue y friegue con que se vaya ese diputado (Sergio Mayer), hay que decirles que se callen, que maduren, que crezcan, que sean responsables”.
Sin embargo, la crítica no es mala per se. Todo lo contrario. A este gobierno le hace falta con urgencia la crítica. Lo ha explicado inteligentemente la politóloga Viri Ríos: Existe “el temor a decirle la verdad al presidente. El rechazo militante a la crítica aun si ésta es sincera.  La autocrítica y no la autocelebración debe ser el ingrediente principal de las discusiones dentro de la izquierda”.

Y como “la historia no tiene atajos”, ya se empezaron a levantar voces críticas al interior del obradorismo, inconformes con algunas decisiones políticas en el otorgamiento de diputaciones plurinominales, o respecto a los acuerdos incumplidos en la designación de la coordinación en el Senado, o bien, sobre algunos nombramientos en el nuevo gabinete de la virtual presidenta. Esto es apenas el inicio de una asonada que tendrá que ser escuchada por López Obrador, Claudia Sheinbaum y la dirigencia del partido Morena.

Bendecid a quienes los critican, porque en la crítica razonada y profunda está el reino de los cambios y las transformaciones que requiere con apremio el país.

 

© Fotografía: Redes Sociales

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