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AMOR DE CABARET | El moreno

  • El antiguo cacique de Movimiento Ciudadano (MC), compadre de los exgobernadores Fidel Herrera y José Murat, exdiputado federal y múltiple candidato a la presidencia de Tuxtepec sin éxito, dio la bendición a su ahijado político Irineo Molina Espinoza, el alumno aventajado del sotismo

 

Antonio Mundaca

Casi oculto, en las publicaciones de Irineo Molina Espinoza al final de su campaña, se mencionó que José Soto Martínez se incorporaba a su equipo de trabajo y se le sumaba como un “activo importante” del “Proyecto del Cambio”. Casi desapercibido, igual se supo antes,  que el otro invitado al trienio que será “diferente” fue Ulises Soto Martínez, el hijo de José Soto, exiliado en Oaxaca en alguna oficina húmeda del peor gobierno capitalino de los últimos 20 años, el del francachelas morenista, Oswaldo García Jarquín.

Lo relevante, es que “oficialmente” José Soto se suma a la Cuarta Transformación, solo tres años después de decir en campaña, que AMLO era lo peor para el país. Pero como ya sabemos en política, solo existen los prófugos de la opinión pública, nunca de la justicia y la congruencia de los políticos la definen como “una cosa es hacer campaña y otra es ser gobierno”, demostrándonos que en política, el respeto por la inteligencia de las personas, es una forma de caridad.

El antiguo cacique de Movimiento Ciudadano (MC), compadre de los exgobernadores Fidel Herrera y José Murat, exdiputado federal y múltiple candidato a la presidencia de Tuxtepec sin éxito, dio la bendición a su ahijado político Irineo Molina Espinoza, el alumno aventajado del sotismo, que de ganar Tuxtepec con Morena, superará a su primer padrino, el táta que lo ayudó a ganar, a Irineo Molina, su primera presidencia municipal y gobernar en el trineo 2008-2010 cuando MC se llamaba Convergencia.

Mutado del naranja al guinda gracias a Irineo Molina, internamente para José Soto se trata de un triunfo que considera personal. Irineo Molina, desde la mirada de Soto, está creado a su imagen y semejanza. Pragmático, gestor, capaz bla, bla, bla, también en 2014-2016 lo ayudó a ganar la elección por segunda vez en Chiltepec, y como ya sabemos, “amor con amor se paga”.

Es obvio que, si gana Irineo Molina, Ulises Soto colocará posiciones  en el próximo ayuntamiento o que habrá bussines en el negocio de gasolinas. Quizá eso no sea lo más importante frente a la burocracia de un gobierno tuxtepecano que siempre ha dado para generar riquezas de grupo.  Irineo Molina con tal de sumar para ganar está aceptando todo tipo de ralea, viejas castas, linajes reciclados, simuladores con gorritas de morena y es que es entendible, son muchos los que se quieren trepar al barco del dinero público.

 

Pero en serio ¿José Soto? Ya buscaron en google su biografía.  A horas de la elección, ya pinta duro  el que pretende ser: “el gobierno diferente”.

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