- Omisiones de las autoridades federales y estatales dejaron crecer el problema. Artistas, periodistas y defensoras dan voz, en un video a la última llamada que envío la activista
Texto: Soledad Jarquín Edgar/ Sem México
Oaxaca de Juárez.- Defensoras, artistas y periodistas recordaron que este día se cumplen tres años de la desaparición de la defensora Irma Galindo Barrios, guardabosques Ñuu Savi, a través de un video en el que leen una carta escrita por la defensora antes de que no se volviera a saber nada de ella un 27 de octubre de 2021.
En la carta, cuya versión pública fue leía por las 13 defensoras, artistas y periodistas y circula en un video fue promovido por la también defensora y guardabosques Laura Barranco.
En ella, las defensoras, artistas y periodistas dan voz a Irma Galindo Barrios autora de la carta enviada a las autoridades poco antes de desaparecer justo hace tres años.
En la misiva narra la lucha que tuvo que enfrentar en el lugar que la vio nacer, Atatlahuaca, en la región de la mixteca oaxaqueña, a partir de 2019, cuando denunció la tala inmoderada por parte de talamontes particulares, coludidos con autoridades municipales y agrarias, lo que provocó diversas agresiones en su contra, como el hecho de que en noviembre de ese mismo año le quemaran su vivienda.
Laura Barranco, amiga de Irma Galindo, recriminó en entrevista la actitud de las autoridades federales y estatales, que no atendieron los llamados de la defensora Ñuu Savi y el riesgo en el que ella se encontraba.
Acusa que, pese a la emergencia, después del incendio de 40 casas, el Mecanismo de Protección a Personas Defensoras y Periodistas pidió a Galindo Barrios que se trasladara a la ciudad de México, “una petición burocrática”, por lo que ella debía trasladarse por sus propios medios, pero “Irma no llegó a aquella reunión”.
Barranco pide por tanto que sea el Mecanismo, dependiente de la Secretaría de Gobernación, hacerse cargo de la responsabilidad de su búsqueda y hallazgo, así como de la investigación de las agresiones reportadas.
Aquí el texto de la Carta Pública, fechada el 22 de octubre de 2021, cinco días antes de la desaparición de Irma Galindo Barrios:
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Encargado de Recepción de Acción Rápida del Mecanismo de Protección a Personas Defensoras de DDHH y Periodistas
La que suscribe, defensora Irma Galindo Barrios
Resumen del trayecto antiguo y recientes de acontecimientos que me ponen en riesgo a mis compañeros defensores, familiares, vecinos en general de Mier y Terán, Guerrero Grande y parte de Nodoyonuyuji.
Estas tres comunidades se ubican al oeste del municipio de San Estaban Atatlahuca a más de 3000 metros de altura, resguardan 2,500 hectáreas de bosque donde hay abeto blanco.
Estas comunidades eran una cuadrilla que se les nombraba municipalidad con sede en Mier y Terán antes de 1982, pero los caciques de Atatlahua consiguieron registrar estas tierras a nombre de Atatlahuca para sacar su resolución, luego de engañar a los representantes de las tres comunidades prometiendo prosperidad y beneficios.
Pero al contrario, les quitaron su registro civil, su caseta de telégrafo, forzaron a los niños a asistir a las escuelas de Atatlahuca teniendo que caminar 4 horas por la montaña cada lunes y viernes con el único beneficio de vivir en el Albergue y a los representas de las tres comunidades les ofrecían materiales de construcción para edificar su palacio o iglesia.
Aparentemente, las cuadrillas estaban conformes, pero un grupo de jóvenes exploradores, campesinos y artesanos de la comunidad de Ndoyonuyuji no estaban de acuerdo ya que sabían que la estrategia fue para entrar con saqueadores del bosque. Las autoridades agrarias de Atatlahuca entraban con saqueadores nombrados “Saavedra” por el lado norte del bosque. Aún no había carretera, pero entraban con mulas y caballos. Los Jóvenes denunciaban en Tlaxiaco.
Las respuestas eran negativas, ya que los Saavedra eran de Tlaxiaco. Al pasar los años surgieron más aserraderos, incluso en Atatlahuca hay 4 aserraderos. 4 defensores originarios de las tres comunidades fueron prisioneros desde 1986 hasta hace un año. Después de mis denuncias del 2017, las tres comunidades se manifestaron en contra de la tala y reclaman que se les devuelvan sus tierras.
Las respuestas han sido negativas y agresivas ya que todos los funcionarios de Atatlahuca, de Tlaxiaco y Oaxaca eran priístas.
Quien era presidente de Atatlahuca de 2017 al 2019, me sacó de su cabildo cuando yo era regidora de Cultura con la excusa de que yo no tenía por qué denunciar nada y por oponerme a su régimen corrupto. Siempre decía que nadie tenía que saber lo que pasaba en el pueblo, que todos los acuerdos eran internos. Que si los funcionarios del estado y del país eran corruptos ¿por qué nosotros no podemos serlo?
Desviaba recursos para comprar cientos de cartones de cervezas, compraba facturas en las ferreterías y manipulaba a los representantes de las comunidades entregándoles un porcentaje de los recursos federales con la condición de que aceptaran sus contratistas. También manipulaba a los contralores.
Yo vivía muy cerca del centro de Atatlahuca y de los aserraderos que sacaban camiones de madera cada noche. Después de mis denuncias del 2017, automáticamente era parte del movimiento de los montañeses. La siguiente imagen la llevé a PROFEPA. Es la imagen que volvió a activar a los defensores de Ndoyonuyuji, ya que se habían alejado despue´s de haber sido prisioneros. Esta imagen casi me cuesta la vida.
Después de casi tres años que me he escondido por haber recibido amenazas de muerte y haber perdido mi casa en la localidad de Buenavista Toto-hi, municipio de San Esteban, Atatlahuca el 10 de noviembre de 2019.
MI caso sigue impune por la razón de no tener la posibilidad de demandar mi caso ante ninguna instancia por las siguientes razones:
- Por no tener dinero para pagar un buen abogado
- Por miedo a no ser atendida, además de ser criminalizada por las mismas autoridades de la fiscalía de Oaxaca. Ya que las veces que asistió a reportar las agresiones que recibí antes de que quemaran mi casa hicieron caso omiso. Y no tengo evidencias de las denuncias ni cómo comprobar que estuve en la fiscalía de Tlaxiaco antes de la quema de mi casa. El entonces comisariado de bienes comunales fue quien le dijo a todos los saqueadores que la PROFEPA le avisó que yo fui a denunciar. Por eso empecé a sufrir agresiones físicas y verbales y la quema de mi casa. Sólo tengo captura de un correo que me envió PROFEPA.
Lo más grave es que el conflicto armado que se desató desde aquel entonces, sigue vigente. Desde aquel noviembre para poder ganar la guerra, se retuvieron los recursos federales y estatales que corresponden a Mier y Terán y Guerrero Grande, logrando manipular a Ndoyonuyuji.
Los siguientes dos años los representantes de Mier y Terán y Guerrero Grande que fueron elegidos por usos y costumbres fueron desconocidos. Se impuso un presidente y un cabildo mediante simulación de asambleas, corrupción y amenazas. El grupo que está en el poder tiene los datos de ubicación de cada uno de los vecinos defensores y buscan venganza.
Vecinos de Mier y Terán han sufrido supuestos accidentes automovilísticos después de haber recibido amenazas de muerte. Otros han sido encontrados muertos en la montaña, otros están desaparecidos. La estrategia del grupo del presidente usurpador es tomar prisioneros o matar a cualquiera de los 380 habitantes de Mier y Terán incluyendo niños y ancianos.
La siguiente lista es de los compañeros de Nodoyonuyuji a quienes se les quemaron sus casas. Son 33 personas adultas con alrededor de 30 niños y niñas que fueron desplazados donde los cuidan vecinos de Mier y Terán. La entrada de regreso de a Ndoyonuyuji está bloqueada por la gente que está con el presidente de Atatlahuca. El régimen lo lleva a cabo el regidor de hacienda desde el palacio de Ndoyonoyuji ya que la mayoría de los habitantes han sido manipulados con despensas, dinero y proyectos de infraestructura. Unos priístas disfrazados de morena.
Anexo fotos de las más de 40 casas quemadas y de cómo se ve el panorama desde Mier y Terán esta mañana 22 de octubre, con la quema de las casas de todos los compañeros y vecinos defensores de la Comunidad de Ndoyonuyuji.
Con este resumen un poco o muy detallado les informo que a estas alturas ya no me importa mucho mi seguridad. La desolación e impotencia que siento es más grande que el miedo de morir, así que le informo al mecanismo de protección de personas defensoras de DDHH y Periodistas que aún no me otorga ningún tipo de protocolo de seguridad, a la red de defensoras, a la gente que me conoce en persona y a mis queridos compañeros familiares y vecinos de Mier y Terán, Guerrero Grande y Ndoyonuyuji e incluso a todos los habitantes de San Esteban Atatlahuca que voy a dejar de esconderme para proteger mi pellejo a cambio de que el gobierno federal, las organizaciones que se dicen ecologistas y gente que dice amar la naturaleza me ayude a desarticular la mafia del poder que está matando a mi gente de la montaña.
Por eso les pido que me conecten con el presidente de la república, con la prensa, con derechos humanos, con naciones unidas, con cualquier ser que esté dispuesto a seguir la ruta que he seguido para saber todo lo que sé del origen de este mal.
Ya pusimos demanda en la Procuraduría Agraria, SEDATU, etc, para que Atatlahuca entregue las tierras. Desde hace un año los habitantes venden sus animalitos domésticos para pagar el abogado que está estancado en Oaxaca. Si no podemos ser otro municipio ¿por qué no somos reserva?
Por favor, ayúdenme a salvaguardar la vida de las personas de la montaña y a sus hijos. ¿Cómo consigo ayuda humanitaria y qué instancia es responsable de ayudar a los campesinos que no saquean la tierra?
Nuestro protocolo de seguridad se está agotando, son 10 comunidades de 3000 mil habitantes en contra de 600 habitantes de Mier y Terán, Guerrero Grande y parte de Ndoyonuyuji. Sólo nos queda una ruta de entrada a la comunidad rodeando hasta otro municipio. Las personas que han desaparecido tenían que moverse a sus parcelas para atender sus ganados. Otros compañeros hacían recorridos en la montaña para detectar taladores y encontraron la muerte. Entonces ¿qué sigue? ¡Por favor ayúdenme!… Atentamente Irma Galindo Barrios.
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Este trabajo fue publicado originalmente en El Universal Oaxaca