ANTONIO MUNDACA
Benjamín Robles Montoya rompió con Gabino Cué Monteagudo y con ello dio un paso a la candidatura al gobierno oaxaqueño por el Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), es “el tapado”.
Cortó el cordón umbilical que lo unió en el 2010 a la alianza de “la paz y el progreso” que encabezó su ex jefe el ejecutivo estatal. Una ruptura de grupo que viene desde el año 2012, cuando Cué Monteagudo apoyó a Diódoro Humberto Carrasco Altamirano en la candidatura al senado y fue un rotundo fracaso que inició la debacle del panismo oaxaqueño en el ocaso del Calderonismo.
La denuncia de enriquecimiento ilícito que presentó Robles Montoya contra Jorge “el Coco” Castillo Díaz -mano oscura y operativa de Gabino Cué-, acentuó la crisis de corrupción que afecta al sexenio Gabinista, de por si vapuleada por las denuncias de desvíos millonarios al extranjero del ex secretario de Salud German Tenorio Vasconcelos apenas en junio pasado.
Fue un deslinde mediático y político del PAN, el PRD y Movimiento Ciudadano que iza las banderas para que el candidato de la nueva coalición sea José Antonio Estefan Garfias o Francisco Martínez Neri. Fue un guiño que tiene detrás a grupos de Morena que ven a Salomón Jara como el candidato perdedor perfecto. Un ex senador de rebote, hermano de Amador Jara que reparte las candidaturas perredistas en la izquierda oaxaqueña. Un funcionario mediano acusado de corrupción y trinquetes cuando estuvo al frente de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Forestal, Pesca y Acuacultura (Sedafpa), la misma ala de Morena que ven a Benjamín Robles como la única opción de competir contra el candidato que el PRI imponga.
Porque así lo dicen las encuestas, al menos la última publicada por Excélsior el 6 de agosto de 2015 que pone a Robles Montoya con un 49.2 por ciento de reconocimiento y 50.7 puntos porcentuales de opinión positiva y a Salomón Jara con 1.2 por ciento de reconocimiento y 0.9 de opinión positiva entre los que aspiran por la izquierda en Oaxaca.
Cuando el 26 de agosto Robles Montoya declaró que “llegó el momento de tomar la palabra al gobernador Gabino Cué para que aporte todos los elementos posibles a la investigación de la PGR sobre Jorge Castillo” y le pidió que aclare por qué el Coco Castillo toma decisiones de gobierno, que haya amasado una fortuna (superior a los dos mil millones de pesos) y lo acusó de ser “un personaje que acuerda políticamente en nombre del gobernador y pacta contratos de diversa índole entre el gobierno del estado y empresarios” dio un manotazo.
En la coyuntura política intenta decirle a AMLO que no se equivoque. Que Compita. Fue un intento de Benjamín Robles de llamar a misa cuando la baraja de posibilidades para ser candidato parece cerrarse y grupos al interior de Morena ven a Salomón como la carta menos fuerte para encabezar la madre de todas las batallas el próximo año.
¿Fue un deslinde obligado para hacer cambiar de opinión a López Obrador y ponerle a los grupos que se mueven bajo su cobijo la opción de que el Senador podría ir contra la corrupción no sólo del sexenio de Gabino Cué, sino cumplir con el encarcelamiento de Ulises Ruiz?
Hay quienes dicen que es una “avanzada”, que AMLO pragmático en su objetivo 2018, impulsa a Salomón Jara para evitar el desgaste de “su tapado”, que de alguna manera el ex Jefe de Gobierno Capitalino curtido en procesos electorales sabe que hacer miles de votos en Oaxaca acompañado de un candidato con posibilidades es vital para la elección presidencial, que AMLO sabe que las encuestas no votan, pero que también sabe las ventajas y desventajas de un puntero como él lo fue en el 2005 y 2006.
Un par de datos que permite aumentar las especulaciones y los filtros: El 16 de junio, Salomón Jara no fue el único electo por el Consejo Estatal del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) como promotor de la Soberanía Nacional , Benjamín Robles Montoya también fue ungido como “ciudadano” para encabezar “los reclamos sociales justos del pueblo de Oaxaca”.
El 15 de julio el Financiero publicó algo que llamó “la Pejebancada” que no era otra cosa que diputados de otros partidos afines a la causa obradorista. Con la renovación de la legislatura los nombres que más suena son hechuras de Robles Montoya y tiene un eslogan en común “Unir Oaxaca”: Eva Cruz de Diego Diputada Electa del Distrito 09, Karina Barón, Diputada plurinominal y Sergio López, los tres perredistas con acercamientos al morenismo.