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Los cuenqueños constructores de este festival allá por el 2002, son ahora espectadores de un ajedrez en que el gobierno ha perdido el rumbo en la conducción de la cultura.

José  Samuel Aguilera

La SECULTA Oaxaca que dirige Alberto Aguilar Orihuela tuvo uno más de los fracasos que la han caracterizado en los últimos dos años. Nada más que ahora fue en la Cuenca del Papaloapan, específicamente en San Bartolo Tuxtepec Oaxaca.

La Inauguración del XIII Festival Cuenca del Papaloapan estuvo desolada y vacía. Ni siquiera la comitiva ejidal se tuvo por presente.

Ante la desorganización gubernamental el excelente  grupo “Mono Blanco” que abarrota las plazas en capitales europeas y latinoamericanas tuvo que dar su concierto en un improvisado galerón ante una docena de vecinos curiosos y una treintena de amigos solidarios.

Los operadores de SECULTA venidos del centro deambulaban erráticos en un terreno desconocido. Los sanbartoleños miraban desde sus casas. Una lona solitaria mostraba al aire el abandono de un intento fallido: “XII Festival  del 28 al 30 de agosto de 2015”.

Mañana domingo concluye este festival express. Se presenta un talentoso grupo de Lomabonitenses, y con su participación Loma Bonita pierde, después de doce años el derecho a ser Subsede del Festival. Pierde el municipio vecino la partida económica  que se le asignaban pero sobre todo pierde el derecho de acceder a su cultura en su propio terreno. En este apretón a Loma Bonita la cuña  salió del mismo palo.

Los cuenqueños constructores de este festival allá por el 2002, son ahora espectadores de un ajedrez en que el gobierno ha perdido el rumbo en la conducción de la cultura.

Ante este fracaso institucional los contribuyentes esperan una reacción lógica del titular de SECULTA. En Inglaterra,  tendría presentada su renuncia en el escritorio de su jefe: en Japón dispondría ya un honroso suicidio; en Oaxaca, está pensando como eliminar el festival “que viva y reviva el son 2016”.  Así lo dijeron sus subalternos en una entrevista televisiva el viernes por la tarde.

Un cuarto de millón de pesos a la basura y doce años de retroceso. Una película en que los cuenqueños son los nativos y los vallistas son los conquistadores es el saldo de esta desacertada historieta.

La clausura  es  mañana en un contexto de tapes y destapes políticos rumbo a la gubernatura. ¿Irán los sanbartoleños o mantendrán las puertas cerradas hasta que dejen entrar a sus  marimbas?…ya veremos…

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