La imagen del niño kurdo-sirio ahogado en la playa turca de Bodrum se ha convertido en un símbolo de la tragedia de los refugiados sirios que escapan de la guerra de su país. Artistas de todo el mundo le rinden tributo con desgarradoras ilustraciones. Las imágenes muestran al pequeño que intentaba emigrar a Canadá con su familia tras huir de la ciudad de Kobani