Fernando Bautista Dávila presentó a su equipo de trabajo. No oficializó los cargos, pero hizo una ceremonia que es la antesala de quienes serán los directores en su próxima administración. En una forma innovadora les entregó un reconcomiendo por haber participado en la elaboración del “Plan de 100 días de gobierno “al que denominó 100 acciones por Tuxtepec.
Es la primera vez que en Tuxtepec los cargos de directores son tan visibles públicamente a dos meses de iniciar una administración municipal. Varios de los posibles titulares han causado controversia y el munícipe electo atajó al final que todavía están en proceso de revisión sus planes de trabajo. En la fiesta de los 100 días, Fernando Dávila se vio flanqueado por los concejales electos y rodeado por quienes engrosaran la burocracia municipal. En una ceremonia sobria en “la casa de pueblo” la taquiza y la tamaliza culminaron una idea que compromete a los próximos funcionarios que visiblemente nerviosos algunos, contentos otros, formarán parte de un gobierno de dos años que parece se pintará de morado, los colores de la Fundación Humanitaria de la Cuenca del Papaloapan (Fhucup) la organización que encumbró al actual presidente electo.
Con el anunció de sus posibles directores Fernando Dávila da un paso en la transparencia de los cargos públicos. Es un arma de dos filos. Los expone al escrutinio público pero al mismo tiempo extiende un compromiso para quienes integran esas comisiones encargadas de rescatar a Tuxtepec del atolladero que la han dejado los dos últimos gobiernos locales.