Intenso. Intenso. Intenso. Fue la palabra que usó Amador Jara Cruz para definir la pugna que enfrenta el Partido de la Revolución Democrática (PRD) por la dirigencia estatal, y de volada afirmó que “todos” apoyan a José Julio Aquino -ex munícipe de no muy buenos recuerdos en Xoxocotlán, donde muy poco añoran su despilfarros y saqueos-. El caso es que Amador Jara intentó apaciguar las tribus locales, y vino a decir a Tuxtepec que el mero mero –al menos hasta septiembre de este año, cuando él busque la dirigencia- es el tal Aquino a quien, por cierto, nadie conoce por la Cuenca.
Se le olvidó decir a Amador Jara, que su intensidad tiene que ver mucho con una pax siciliana, que es como en realidad él desde hace años ha manejado al PRD en regiones y municipios, imponiendo presidentes, regidores, diputados y obviamente, cobrando una redituable cuota y derecho de piso político. Por ahora le conviene Aquino, pero también advirtió en entrevistas banqueteras locales que “en agosto-septiembre habrá otras circunstancias”-, sin duda, las circunstancias que entonces le interesarán: elegir candidaturas y negociar, como siempre, por siempre con el PRI y así mantenerse como el capo del PRD en nombre de una izquierda cada vez más cercana al centro del cinismo.