Robles Montoya fue bajado del manipuleo personal que pretendió hacer ante la presión de los morenos que entendieron que la intención del ex aspirante al gobierno oaxaqueño era “dar por hecho” una alianza que jurídicamente todavía no cuaja, y es que a Robles Montoya le urge mantener en el ánimo de los jerarcas nacionales a su carta de cambio a sus propias aspiraciones: Fernando Bautista Dávila.
ANTONIO MUNDACA
Benjamín Robles Montoya iba aparecer en la asamblea que realizó Morena en el parque La Piragua de Tuxtepec pero fue sentado de bruces, ante la inconformidad de los militantes, aspirantes y referentes nacionales que previeron “el albazo” del senador del Partido del Trabajo (PT). Robles Montoya fue bajado del manipuleo personal que pretendió hacer ante la presión de los morenos que entendieron que la intención del ex aspirante al gobierno oaxaqueño era “dar por hecho” una alianza que jurídicamente todavía no cuaja, y es que a Robles Montoya le urge mantener en el ánimo de los jerarcas nacionales a su carta de cambio a sus propias aspiraciones: Fernando Bautista Dávila.
El acuerdo entre Benjamín Robles y alguno de los organizadores era hacer acto de presencia para llamar a la unidad y apuntalarse como un referente de la misma, pero fue recibido por jaloneos, amagues de reventar dicha asamblea y aumentar la fractura que se avecina en Morena ante los desplantes que el senador ha tomado. Robles Montoya busca arrimarle la candidatura al senado a su mujer Maribel Martínez. Busca hacer diputado local a su hijo –aquel joven que en mayo de 2016 fue señalado en un video escándalo de ser aviador en el senado y pedía al senador más dinero semanal porque el que le daban era insuficiente-. Busca encabezar la fórmula plurinominal en las diputaciones locales o instalarse como plurinominal en la diputación federal y busca, además, mantener el control – al menos eso presume- en el municipio de Tuxtepec.
Todas esas cosas se hubiera consumado en lo público y lo simbólico si hubiera aparecido en dicha asamblea de Morena en Tuxtepec, pero justo cuando se trepaba a su caballo victorioso lo desmontaron de la silla con rechiflas, mentadas de madre y muchos recordatorios de su historial político en Michoacán y lo mínimo que representa el PT para todas las cosas que él pide en el estado para su nuevo “partido familiar”.