- Noé Ramírez está a días de saber si fue suficiente el manotazo en la mesa para sacar de la nómina a quienes se habían enriquecido a costillas del “proyecto del pueblo”, si lo hizo a tiempo, si se tardó demasiado tras tres años y medio de un proyecto de improvisación que erigió un político hoy difunto, usado políticamente por todos como fantasma
Antonio Mundaca
La desbandada de davilistas en el gobierno municipal que encabeza Noé Ramírez desde hace nueve meses, tras la sorpresiva y prematura muerte de Fernando Dávila víctima de Covid-19, vino a darle a su proyecto personal un revulsivo, que está a días de entrar en plebiscito en las urnas. La reelección, la continuidad de obras en marcha o solo seis meses más de gobierno, en libertad y sin compromisos de grupo, con poco que perder y un discurso que avanza.
Noé Ramírez está a días de saber si fue suficiente el manotazo en la mesa para sacar de la nómina a quienes se habían enriquecido a costillas del “proyecto del pueblo”, si lo hizo a tiempo, si se tardó demasiado tras tres años y medio de un proyecto de improvisación que erigió un político hoy difunto, usado políticamente por todos como fantasma, o si la ciudadanía de alguna manera le agradece el cambio en el timón, o le reprocha el tiempo perdido.
Hoy en la antesala de las elecciones, abanderado por Movimiento Ciudadano (MC), Noé Ramírez se enfrenta al plebiscitó de los tuxtepecanos , un viraje a la sobriedad, que en plena campaña le ha sumado adeptos, que se ha traducido en menos palmeritas, sombrillitas, palacios municipales pintados como McDonald y circo, y un incremento en dotación de servicios básicos y el apoyo paulatino de presidentes de colonias, que hablan de una reestructuración financiera en pocos meses y programas que estaban controlados por el grupo compacto de davilistas, que se llevaban de premio mochadas por obra, según las propias palabras del edil.
Un dato sintomático, sobre los retos y cómo enfrenta Noé Ramírez de cara a la recta final del proceso electoral, es lo que dijo en el Programa de Análisis de TV Bus el miércoles pasado, cuando fue cuestionado por el apodo de “Chiripas” que vertieron sobre él quienes dejaron de percibir dinero público: “ si de chiripa hay más caminos cosecheros, si de chiripa hay más obras, si de chiripa se le dio seriedad al gobierno, si de Chiripa hay paz social tras años de violencia, bien podrían seguir los tiempos de chiripazos”.