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Con el discurso de apoyo a mujeres indígenas y a los necesitados, María Larios Cano ha edificado un camino al poder que podría concretarse con un triunfo electoral en la diputación federal por el distrito 01 en julio próximo. Para lograrlo se ha valido de traiciones y el uso de recursos del gobierno federal a través de programas de micro créditos usados a discrecionalidad, han denunciado sus detractores.

 

ANTONIO MUNDACA/ @amundaca

Tuxtepec, Oaxaca.- Con el discurso de apoyo a mujeres indígenas y a los necesitados, María Larios Cano ha edificado un camino al poder que podría concretarse con un triunfo electoral en la diputación federal por el distrito 01 en julio próximo. Para lograrlo se ha valido de traiciones y el uso de recursos del gobierno federal a través de programas de micro créditos usados a discrecionalidad, han denunciado sus detractores.

Virajes al timón de grupos de poder local a los que ha dejado a conveniencia, siempre con el pretexto de la lucha social. Los últimos 15 años paso de ser parte del PRI de Diódoro Carrasco y Jose Murat, al PAN de Felipe Calderón y una corriente de neopanistas con sangre tricolor.

Por su origen priísta, incluso al interior del blanquiazul, personajes diversos han denunciado un enriquecimiento inexplicable que pocos se han atrevido a cuestionar y que ha sido silenciado a la opinión pública por un presunto control de medios de comunicación locales que han recibido favores a cambio de la censura.

Primero traicionó a su mentora Elba García de Barragán, quien la impulsó al inicio de su carrera política en las filas del PRI. Salió al ruedo político de las calles de la colonia del Ingenio Adolfo López Mateos, bajo la cercanía de la Unión General Obrera y Campesina (UGOCP). Se convirtió en regidora por ese partido en el trienio 1996-1998, cuando fue presidente municipal Alfredo Ahuja Pérez. En el ejercicio de ese gobierno fue un alfil del PRI que se caracterizó por una crítica destructiva y poner piedras en el zapato al ex munícipe tuxtepecano de origen panista que hoy le alza la mano para hacerla diputada federal.

El 2 de julio de 1997 mediante una denuncia realizada por el PAN de Tuxtepec salía a la luz que el diputado local en 1993, Rolando Hernández Castillo, pedía incluir a Hortencia Larios Cano en la nomina municipal de la administración priísta al prestar sus servicios en la oficina legislativa. Las Larios Cano eran priístas de cepa. Sabían promocionar a sus allegados a puestos de poder. Algo que se repetiría bajo la batuta de María Larios en el ayuntamiento de Tuxtepec 13 años después.

El carácter combativo y beligerante de María Larios ha sido puesto a prueba para defender intereses del partido al que ha pertenecido o las personas que le han convenido. El 7 de agosto de 1997 denunció a los regidores panistas de ser sumisos ante Alfredo Ahuja y permitir que su administración tuviera rasgos altivos y caprichosos. Los regidores del PAN le contestaron acusándola, el 13 de agosto de ese año, de desconocer la normatividad técnica administrativa para utilizar recursos de distintas partidas a una sola obra. La sombra y el negocio de las obras públicas tocaron a la puerta hace 15 años, para llamar de nuevo en el trienio de José Manuel Barrera Mojica en la actual administración.

El 28 de noviembre de 1998, en la recta final del gobierno alfredista tras una álgida sesión de cabildo, trascendió a la prensa la postura de los regidores del PRI de aquel entonces, entre ellos María Larios Cano; querían pagos de gastos médicos, dentales y servicios. La administración de Alfredo Ahuja, al ser la primera de colores distintos a los del PRI, sufría los embates del recorte económico del gobierno de Diódoro Carrasco.

En el trienio 2002-2003 fue directora de área, se convirtió en operadora política de Eviel Pérez Magaña y Cesar Torres Loyo. Su lucha social tenía como base a la Unión Revolucionaria de la Cuenca del Papaloapan (UCIP) la cual se convertiría en su etapa panista en la Unión Revolucionaria Campesina de la Cuenca del Papaloapan (URCCPAC). Estaba en vísperas la traición al evielismo y la conversión al panismo a cambio de la proyección de su organización a nivel nacional y millones de pesos en recursos por parte del Programa Nacional de Apoyo para las Empresas de Solidaridad (Fonaes).

El PAN: conveniencias y futuro

 La URCCPAC se convertiría en un arma electorera para el panismo. Mediante su organización, María Larios se vinculó con la Coordinadora Nacional de la Mujer y con la Unión Nacional del Sector Agropecuario y Campesino. También con el brazo electoral panista de la Unión Nacional Integradora de Organizaciones Solidarias y Economía Social (Unimos) y el Fonaes; organismos diseñados por Vicente Fox para obtener recursos económicos en efectivo y financiar autoridades municipales y estatales al entregar recursos a fondo perdido manejando un doble discurso: ayuda a gente necesitada al tiempo que semillero de corrupción al financiar campañas políticas de sus líderes.

Con el respaldo del gobierno federal panista compitió como candidata a diputada federal en el 2009. Obtuvo entonces 18 mil 221 votos. 29 mil 128 menos que Eviel Pérez, sin embargo, sacó del ostracismo al PAN en la región. Sin embargo, las promesas hechas en la derrota no las cumplió. El 7 de julio del 2009 declararía: “Tuxtepec sigue de rodillas por políticos que compran el voto”. Se rumora que en la contienda 2012 habrá suficiente efectivo para emular dicha práctica por parte de sus operadores. En esa misma fecha declararía que a pesar de no haber ganado, tenía una gestión de 14 millones de pesos para realizar un convenio con la Comisión Nacional del Agua (CNA) para realizar pozos profundos en las colonias Casas Geo, El Trigal, El Diamante, para beneficiar a 25 mil personas. Todo se quedó en proyecto.

En la edición de Noticias del 29 de noviembre del 2010, se decía que el objetivo de María Larios, además de apoyar el proyecto transexenal de su partido, era buscar la diputación federal en este año o la presidencia en el 2013. Las dudas han quedado resueltas. Fuentes del panismo sostienen que de ganar la diputación pugnará por impulsar a su hija Aurea Castelán Larios como candidata al gobierno local y por eso peleo porque fuera designada Directora de Administración. En esa misma edición se mencionaba que Claudia Ramos ocuparía la Dirección de Comunicación Social y Antonio Estrada Campechano la Dirección de Obras. Ambas predicciones fueron ciertas. María Larios logró poner a 3 alfiles en puestos claves en la administración de Barrera Mojica. Estrada Campechano quedaría como Subdirector.

El uso espectacular de medidas de presión, como gritos, insultos, alegatos fue una característica que como luchadora social tomó Larios Cano para conseguir los favores del poder en turno. El 2 de febrero del 2011, fue celebre cuando irrumpió en las oficinas de la presidencia municipal a exigir justicia por una presunta corrupción y malos manejos en el departamento de compras, el puesto de su hija estaba en peligro. En aquella ocasión insultó al munícipe José Manuel Barrera Mojica, responsabilizándolo de amenazas de muerte contra su familia. El colofón de ese día fue una propuesta de su parte de 80 millones de pesos en obras que había gestionado para que se llevaran acabo en el municipio tuxtepecano.

La historia de María Larios y José Manuel Barrera fue en tres tiempos. El 21 de junio del 2010 le dio el apoyo oficial cuando éste buscaba la presidencia municipal. El 2 de febrero del año siguiente fue a cobrarle el favor y le retiró públicamente su amistad. El 6 de julio del 2011 harían las paces ante los medios. Su hija Aurea Castelan Larios, Directora de Administración Municipal, seguiría en el puesto. Los 80 millones de pesos gestionados de hacienda, un misterio.

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