El sepulturero
Antonio “Gordo” Sacre habría violado como Presidente Municipal el código penal federal en sus artículos 280 y 281 que condena al que exhume un cadáver sin los requisitos legales o con violación de derechos que se penaliza hasta con 5 años de prisión.
ANTONIO MUNDACA
Cuando parecía que la última aparición pública de Antonio “el gordo” Sacre sería en la entrega recepción oficial a la nueva administración hace apenas una semana , donde se negó a hablar con los medios de comunicación porque él ya no era presidente, volvió por sus fueron a los titulares de prensa, portales, facebooks y demás para ser noticia por la voracidad económica que hizo de los recursos públicos y meta poderes de su cargo ya que fue denunciado por la ex diputada local de finales de los ochentas , Soledad Sarmiento, como un presunto profanador de tumbas, gandalla de muertitos y un casi vil levanta huesos clandestinos.
En resumen Soledad Sarmiento lo acusó de haber exhumado a dos de sus familiares y haberse adjudicado una “perpetuidad” que ella recibió en 2001, además de varios trinquetes que fueron alentados por la desaparecida Dirección de Panteones – hoy jefatura-.
En ascuas quedó la denuncia contra el edil ante las autoridades y en el limbo la presunta perpetuidad que Sacre y sus compinches Sacre pudieron haberse adjudicado usando el tráfico de influencias de sus puestos públicos.
De confirmarse dichas acusaciones “el gordo” Sacre habría violado como presidente municipal la ley General de Salud en materia de control sanitario de la disposición de órganos, tejidos y cadáveres de seres humanos y habría violado el código penal federal en sus artículos 280 y 281 que condena al que exhume un cadáver sin los requisitos legales o con violación de derechos que se penaliza hasta con 5 años de prisión.
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