Y no es para menos. Su sinceridad pintada de cinismo e insensibilidad social vino precedida de un discurso contra Trump y llamados a la unidad de una izquierda que justo como él, suele cobrar con la derecha todos los posibles ideales de la igualdad social
ANTONIO MUNDACA
Quien no sabemos si no tiene rasero para su cinismo o ignorancia –ambas igualmente peligrosas y lamentables, sobre todo en presuntos representantes populares- es el Diputado del Partido del Trabajo (PT), Juan Bautista Olivera Guadalupe, que en días pasados en el municipio de Chiltepec sin pena ni acogotamiento se lanzó a decir sincerote como es el muchacho democrático, que en las dos veces anteriores que fue diputado local “sólo fue a cobrar”, y así de tajo remató sincerísimo, “ Pa´ que más que la verdad, porque hay que ser honestos”. Y sorprendidos los presentes, no sabían si agradecerle o de paso mentarle la madre, por tan desafortunada honestidad.
Y no es para menos. Su sinceridad pintada de cinismo e insensibilidad social vino precedida de un discurso contra Trump y llamados a la unidad de una izquierda que justo como él, suele cobrar con la derecha todos los posibles ideales de la igualdad social. Y es que si un Diputado local oficialmente gana 54 mil pesos, más bono de dietas diversas y comisiones, logra tener un sueldo de hasta 100 mil pesos mensuales, bajo esa premisa Bautista Olivera ganó en 6 años como Diputado- sin contar los meses en los que ahora con Comisión petista lleva en el cargo- alrededor de 7 millones 200 mil pesos por 36 meses de “ solo ir a cobrar” y no hacer otra cosa que levantar el dedo y de paso, legitimar sexenios priistas como los de Murat y Ulises Ruiz, eso sí, para ahora envalentonado, hablar del mal sexenio de Gabino Cué –al que curiosamente su partido encumbró y legitimó-.
Al sincerote Juan Bautista solo le falta contar la anécdota que saben varios diputados que compartieron su curul en 2001-2004, cuando en la plenitud del poder del viejo Murat le decían “el aquí falta”, por ese gesto de mano alzada y extendida solicitando la cuota por aprobar leyes y obras y desmanes a conveniencia del ex gobernador de origen iraquí.
