*Según el documento, las organizaciones criminales reclutan a los niños a partir de los nueve años, principalmente, para trabajar como pasadores de migrantes indocumentados o de droga. Más tarde, se les usa para realizar asaltos, extorsiones, secuestros y homicidios, entre los delitos más graves
MARTÍN ANDRADE
ORO NEGRO
El crimen organizado en México cuenta con, al menos, 30.000 niños y adolescentes menores de 18 años que trabajan activamente en negocios ilícitos como la venta de drogas, el tráfico de personas, la extorsión o la piratería.
El cálculo de ese “ejército” de menores de edad fue publicado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en su informe “Violencia, niñez y crimen organizado”, que fue retomado de un estudio realizado por la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM).
Según el documento, las organizaciones criminales reclutan a los niños a partir de los nueve años, principalmente, para trabajar como pasadores de migrantes indocumentados o de droga. Más tarde, se les usa para realizar asaltos, extorsiones, secuestros y homicidios, entre los delitos más graves.
“A partir de los nueve o diez años, los niños y las niñas se involucran en delitos, sobre todo en la trata de personas. Los niños más pequeños son utilizados como vigías o informadores, o se les utiliza para abordar los trenes, monitoreando la cantidad de migrantes que llegan cada día. A partir de los 12 años, se les utiliza para cuidar las casas de seguridad y controlar que nadie se escape”, se lee en el texto.
Datos recabados por la Comisión directamente con el gobierno de México apuntan a que entre diciembre de 2006 y abril de 2010, 36.641 niñas y niños fueron detenidos en operativos federales contra el crimen.
“Las estadísticas que dibujan el mapa de la violencia en el territorio muestran que los niveles más altos de comisión de delitos violentos se encuentran usualmente en las grandes urbes. Las zonas especialmente afectadas por la inseguridad y la violencia son los barrios periféricos, pobres, con acceso limitado a servicios básicos, y con una escasa presencia del Estado”, concluye el informe.
El estudio también señaló que este fenómeno tiene una directa repercusión en el nivel de homicidios contra niños, niñas y adolescentes: en México, las tasas de homicidio son más altas entre adolescentes y jóvenes de entre 15 y 30 años. /VICE News