Desde hace una semana Horacio Orozco alebrestó a los que aspiran a ser gallos rojo cobrizo. Envió mensajes ultra secretos a políticos de añejo abolengo en la cuenca para que sumen al proyecto de Morena, “porque ahí caben todos, hasta los que no quieren o corrieron de otros partidos”. Y así anunció ruedas de prensas en mensajes privados, se reunió con corrientes partidistas, envió a su “trabajador” Rubén Bracamontes a decir disparates a la prensa e invitar a Paco Niño, Paco Pollo, Paco Hermilos, casi, casi en Atínale al Precio que Morena está de ganga.
Y así pasó la semana y el alfil de Rosendo Serrano Toledo volvió al ostracismo, nos tiene a todos a la expectativa, pendientes pues, para que ver qué ilustre personaje de la sociedad tuxtepecana llega a engrosar las siempre vivas fuerzas del morenismo, que a este paso, sin filtro, sin ética, sin requisitos mínimos está dejando del derecho de admisión a pesos de pancho pantera. Horacio Orozco cumple el cometido, sumar y sumar y sumar aunque los que vengan sean puro garbanzo de a libra.