• Lo que da risa es el discurso, Bracamontes es “obradorista y morenista”, aunque por ahora, a los grupos que tienen el poder en Oaxaca y su mismo partido, lo que diga o haga es un garbanzo de a libra, un soldado quemado de lo que fue el perredismo que gobernó  “la administración maldita” del extinto Barrera Mojica.

Antonio Mundaca

Minúsculo favor le vino a hacer Rubén Bracamonte Pérez a María Luisa Vallejo “De Dávila”, hace un par de días cuando se declaró a favor de su candidatura por el Panal rumbo a la presidencia de Tuxtepec, ya que después de sendas declaraciones apareció en su cierre de campaña con “morenistas” muy ligados a las viejas mañas del PRI, por décadas, y cuya suma se reduciría a cero, si no fuera porque Bracamonte es el mensajero de una tribu en ciernes ligada a la Marcelo Ebrard.

Lo de Rubén Bracamonte ya se venía venir. Autodeclarado morenista, ha sabido por muchos años vender su verborrea, así fue usado en el PRI en los ochentas y noventas, son memorables sus discursos al servicio de Ulises Ruiz y Eviel Pérez Magaña y después cuando el PRI de Tuxtepce se apoderó de la izquierda en el PRD, cobijado por José Manuel Barrera Mojica, teniendo como padrino a Amador Jara, hasta fue dirigente del PRD de Tuxtepec bajo las órdenes de la entonces poderosa síndica Lucia Mora Morales allá por el 2012.

Llegó Rubén Bracamonte a Morena apadrinado por el cacique de Ixtepec, famoso por acomodar a sus amantes en diputaciones locales plurinominales en el PRD, Rosendo Serrano Toledo, que ya anda con todo transformado la 4T del Istmo en el mismo cochinero. Pero en el caso de Tuxtepec, de  alguna forma, Rubén Bracamontes ha externado la opinión de varios liderazgos de Morena que se han sentido desplazados con la candidatura de Irineo Molina, pero pocos han tenido el valor de hacerlo de frente, han preferido actuar en la sombra en contra del candidato que parece puntero.

Lo de Bracamonte es interesante, porque asoma el apoyo del grupo de Lucia Mora -ambos se inscribieron a la diputación local del distrito 02 pero tuvieron fuerza para ser contemplados en las negociaciones internar de su partido-, Bracamonte y ese grupo, antes ya había negociado cosas con Noé Ramírez y ahora quienes cayeron en el juego del mensajero que golpea fueron los turquesos, con ellos lo hizo de forma pública y eso vale más si obtienen la victoria.

Lo que da risa es el discurso, Bracamontes es “obradorista y morenista”, aunque por ahora, a los grupos que tienen el poder en Oaxaca y su mismo partido, lo que diga o haga es un garbanzo de a libra, un soldado quemado de lo que fue el perredismo que gobernó  “la administración maldita” del extinto Barrera Mojica.